Viaje a Vallekas

Llevábamos planeando este viaje desde hace algunos meses para visistar a nuestros hermanos de arriba. De 8 nos quedamos en 3 por diversos motivos, pero igualmente salimos con las mismas ganas hacia Jerez. Nula presencia de tabaco en los alrededores del aeropuerto excepto por la aportación voluntaria de los siempre amables pueblerinos.

Ya dentro del avión reivindicamos medieante cánticos la necesidad de asientos para personas con sobrepeso, obviamente discriminadas como pudo comprobar un compañero que no podía abrir la bandejita de su asiento.
















Vinieron a recogernos al aeropuerto los compañeros de la Horda Juvenil de Bvk, y nos dirigimos a la sede. Desde el primer momento nos sentimos como en casa, siendo bienvenidos por todos y recibiendo un trato perfecto. Por percances varios no pudimos asistir al concierto que teníamos pensado acudir esa noche (odio eterno a la señalizacion de autovías modernas) y a dormir tempranito.

El Sábado transcurrió tranquilo con su correspondiente comida en el Franva, y su paseo por el barrio (alguno prefirió quedarse en el sofá viendo Cuéntame, qué locura moverse!). Por la noche gran timba de Póker en el local que acabó en rotura de sillas tanto por causas naturales como por patadas a maldá, lanzamiento de las sillas rotas por las escaleras y entre nosotros, y rápida recogida de los desperfectos al sonar el tiembre. No sabemos quién ganó.

Domingo, supuestamente íbamos a visitar nosequé pero implicaba levantarse temprano, y hasta el que venía a despertarnos al local llegó y se acostó. Almuerzo de despedida, y un poco de ludopatía después de comer, entramos en un salón de juego del barrio y algún afortunado le tocó la ruleta, y se fue para Cádiz acordándose de lo que pesa el dinero en monedas.
Ya en el aeropuerto Sprint en la terminal para nada, porque cuando llegábamos "tarde" la cola llegaba a la siguiente puerta. Dejamos unos recuerdos de nuestros compañeros de vk en el avión, y llegamos al aeropuerto. Finalizaba aquí nuestro viaje con pinchada de rueda a mitad de camino incluída.






























Gracias por todo a Bukaneros, que como siempre nos hicieron sentirnos en casa y no nos faltó de nada, en especial a esos miembros que estubieron todo el fin de semana con nosotros y llevándonos por ahí. Ya sabéis que aquí tenéis vuestra casa, y que intentaremos trataros igual de bien por lo menos que nos hemos sentido allí. Gracias una vez más, y destacar que con éstos pequeños viajes te das cuenta de que esta hermandad está más viva que nunca, y, si las secciones juveniles son el futuro, cada vez irá a más.

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